Los próximos Juegos Olímpicos de Invierno 2018 se llevarán a cabo en la ciudad surcoreana de PyeongChang. Su programa de actividades bien puede ser un punto de partida para interesarse en la geografía, cultura, tradiciones y costumbres de Corea del Sur, país situado entre China, Corea del Norte y Japón, y uno de los principales puntos turísticos de Ásia.
Corea del Sur es, sin lugar a duda, una manera muy interesante de descubrir el Lejano Oriente.
Detalles y particularidades
Los viajeros occidentales serán muy bien recibidos en PyeongChang, aunque no se conoce qué podría ocurrir si recalan en Pyongyang, la capital de Corea del Norte, reticente a los usos y costumbres occidentales. La similitud entre ambos nombres solía generar confusión y dificultades a los viajeros. Para evitar esos inconvenientes, el gobernador de la provincia surcoreana de Gangwon tomó la decisión de cambiar el nombre de su ciudad a PyeonChang, con la C mayúscula.
Luego del conflicto bélico de mediados del siglo pasado, Corea quedó dividida y enfrentada políticamente entre norte y sur. La frontera entre ambos países es una ancha franja de dos kilómetros denominada Zona Desmilitarizada de Corea (DMZ por sus siglas en inglés). Lo sorprendente es que esta región es uno de los destinos turísticos más visitados del país por los extranjeros. Pero no todo es tensión en Corea. Pasear por las idílicas costas del sur, visitar los sorprendentes parques nacionales y palacios milenarios y disfrutar de su gastronomía de excelencia son sólo algunos de sus atractivos.
Días románticos frente al mar
Los viajeros más exigentes suelen alojarse en Seúl, la moderna y cosmopolita capital surcoreana. Además de una vida nocturna intensa, allí encontrarán excelente hotelería, centros comerciales, paseos y servicios de alto nivel. Desde Seúl, se puede acceder a los principales puntos turísticos de Corea.
Situada a dos horas de vuelo desde Seúl, la isla Jeju ofrece campos cubiertos de flores amarillas que contrastan con el color esmeralda del mar. Su naturaleza es tan sobrecogedora y especial que la isla ha sido designada como Reserva de la Biósfera y Patrimonio Natural de la Humanidad por la UNESCO. Aquí, se impone una visita a la aldea Dongpirang, famosa por sus originales murales de colores vivos y el acuario Hanwha Aqua Planet. La emoción la aportará el teleférico de Hallyeosudo, con su impresionante y veloz paseo entre montañas, y la calma se recuperará en el mercado Jungang, célebre por la excelencia de sus frutos de mar y pasteles de arroz.
Dos días milenarios
Es fundamental planear al menos dos días para recorrer la milenaria ciudad de Gyeongju, ya que su historia se remonta a más de dos mil años de antigüedad. El viajero se sorprenderá ante el observatorio astronómico más antiguo de Asia, el Cheomseongdae, construido en forma cilíndrica entre los años 632 y 647, que contiene en sus piedras varias claves matemáticas aún no descifradas por los científicos. Por su parte, las salas del Museo Nacional de Gyeongju exhiben notables tesoros, legados históricos y obras artísticas de la cultura local. Por último, la visita no estaría completa si no se contempla la imponente la belleza del Templo Bulguksa y del Palacio Donggung con su estanque Wolji de Gyeongju.
Corea del Sur es, sin lugar a duda, una manera muy interesante de descubrir el Lejano Oriente. ■