Para los viajeros ávidos de experiencias exclusivas, nada mejor que este nuevo y casi desconocido destino en medio del Océano Atlántico: la isla de Santa Helena. Situada entre las costas de Brasil y África, la mejor forma de llegar es en vuelos de 6 horas que parten desde Johannesburgo, Sudáfrica.
Naturaleza e historia
El largo aislamiento que mantuvo la isla durante décadas ha contribuido a preservar de manera casi intacta su naturaleza y paisajes excepcionales. Además de contar con exuberante flora y fauna tropical, uno de sus grandes atractivos es el haber sido la isla donde pasó sus últimos años Napoleón Bonaparte, quien fue recluido allí tras la derrota en la batalla de Waterloo. La casa que habitó y donde escribió libros como el famoso Memorial de Santa Helena, es conservada y protegida por el Estado francés, aunque la isla continúa siendo posesión británica de ultramar. Napoleón estuvo sepultado allí durante años hasta que sus restos fueron trasladados al panteón especialmente construido para él en París, a orillas del río Sena.
«El largo aislamiento que mantuvo la isla durante décadas ha contribuido a preservar de manera casi intacta su naturaleza y paisajes excepcionales.»
Atractivos de Santa Helena
Aquellos que no teman las alturas disfrutarán de la “Escalera de Jacob” o “Escalera al cielo”, como la conocen los lugareños. Sus 699 escalones remontan un desnivel de casi 200 metros (656 pies) que lleva al mirador Ladder Hill. Pero el gran atractivo de Santa Helena es, sin duda, la antigua casa Longwood House: residencia de Napoleón desde diciembre de 1815 hasta mayo de 1821. En la actualidad, Longwood es un museo que guarda preciados objetos relacionados con Bonaparte.
A pesar de su escasa superficie, la isla contiene un parque nacional denominado Cima de Diano que, con sus 823 metros de altura (2700 pies), es el punto más alto de la isla. Por último, no se puede dejar de visitar el Fuerte High Knoll, construido sobre un acantilado a 584 metros sobre el nivel del mar (1916 pies) y en excelente estado de preservación.
Dónde alojarse
Uno de sus hoteles más destacados es el interesante complejo Farm Lodge Country House. Construido en 1670 al estilo de los edificios de la antigua Compañía Británica de las Indias Orientales, el hotel se encuentra a 20 minutos en automóvil de la capital, Jamestown. Su granja continúa produciendo alimentos frescos y sembrando su propio café. Para aquellos que prefieren la ciudad, el Hotel Consulate es la mejor opción, un edificio construido en el siglo XVIII y declarado Patrimonio Histórico de la isla.
Comidas típicas
La cocina local refleja las múltiples influencias históricas de Santa Helena. Esa mixtura se denomina localmente “Saint” e incluye aspectos de la cocina malaya, china, africana y británica. El pescado es su alimento básico, y las especias y el curry sazonan generosamente todos sus platos. En Jamestown existe una gran diversidad de restaurantes, cafeterías, pubs y establecimientos gastronómicos de todo tipo. En las afueras de la ciudad, recomendamos especialmente los restaurantes Half Tree Hollow, Longwood, Bottom Woods y Sandy Bay. ■