Bugatti Veyron «Jean-Pierre Wimille».La segunda leyenda, basada en el descapotable de los 1.200 CV, es el Bugatti Veyron “Jean Bugatti”, desvelado en la última edición del Salón del Automóvil de Frankfurt, Alemania. En esta ocasión, el homenaje es para el primogénito del fundador de Bugatti, Jean Bugatti, y para una de sus joyas más preciadas: el Bugatti Type 57 Atlantic, del cual se fabricaron cuatro unidades. En la actualidad, sólo perviven dos, un hecho que los sitúa entre los automóviles más cotizados del mercado de clásicos. Hoy sus propietarios son el diseñador Ralph Lauren y el multimillonario coleccionista de coches Peter Mullin.
Bugatti Veyron «Jean Bugatti».
La tercera leyenda en ver la luz es el Bugatti Veyron “Meo Costantini”, que se mostró por primera vez en el Salón del Automóvil de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, celebrado en noviembre del 2013. Esta vez, el motivo fue más personal que meritorio, pues se trataba de un homenaje a Meo Costantini, amigo íntimo de Ettore Bugatti. Lo más llamativo de esta edición especial es su apariencia, con el aluminio en ciertas partes del auto —como el lateral o las puertas—, en contraste con la fibra de carbono en azul.
Bugatti Veyron «Meo Costantini».
Más recientemente, durante el Salón de Ginebra del 2014, la marca presentó su cuarta leyenda: el Bugatti Veyron “Rembrandt Bugatti”, un homenaje al hermano menor de Ettore, el célebre escultor Rembrandt Bugatti, cuya obra Dancing Elephant fue adoptada como símbolo del mítico Bugatti Type 41 Royale. Como el cobre es uno de los materiales más empleados por el artista en sus obras, Bugatti decidió usar tonos marrones en la carrocería de fibra de carbono de esta edición especial.
Bugatti Veyron «Rembrandt Bugatti».
Por último, hace apenas unas semanas, en el Salón de Pekín, asomaba la cabeza la quinta leyenda: el Bugatti Veyron “Black Bess”, un coche que rinde tributo al Type 18, del que sólo se fabricaron siete unidades entre 1912 y 1914 y que se convirtió en un mito en la competición de la época. Pero fue en la subida al Mont Venoux, en el sudeste de Francia, donde el vehículo hizo historia: con Ettore Bugatti como piloto, el Type 18 se impuso en la prueba, impresionando al pionero de la aviación Rolland Garros, quien compró una de las siete unidades, un ejemplar que forma parte de las tres que aún se conservan. El Bugatti Veyron “Black Bess” se construye igualmente sobre una carrocería de fibra de carbono pintada en negro y adornada con detalles ¡en oro de 24 quilates!
Bugatti Veyron «Black Bess».
Pero queda otra leyenda de Bugatti por ser desvelada. Cabe esperar que sea un homenaje muy especial. Al igual que el resto de las leyendas (todas vendidas), su fabricación estará limitada a tres unidades, cada una con un precio estimado en más de 2,7 millones de dólares. ■