Muchos podrán creer que dentro de un lugar hecho de hielo el frío es insoportable. Pero quienes han visitado el ICEHOTEL 365, en Laponia, Suecia, saben que no es así. Ubicado a solo 200 kilómetros del círculo polar ártico, este particular hotel de hielo brinda a sus huéspedes el equivalente de lujo de la vida en un iglú, donde, aunque suene paradójico, no hace frío: el calor de los cuerpos queda atrapado aun entre pesadas capas de hielo y nieve comprimida.
El paisaje exterior es tan asombroso como el de las habitaciones. El ICEHOTEL 365 se ubica en las afueras de una localidad llamada Jukkasjärvi, que está rodeada por cientos de lagos y seis grandes ríos.
El ICEHOTEL 365 se construyó en el 2016 con hielo extraído del río Torne y el intenso trabajo de artesanos, diseñadores, creativos, escultores y artistas, que se juntaron para elaborar una grandiosa obra de arte siempre asediada por la posibilidad de ser efímera.
Los viajeros llegados de todo el mundo pueden alojarse en cualquier momento del año, en habitaciones de hielo y nieve: nueve alojamientos deluxe y 11 exclusivas art suites con sauna privada y baños de lujo. Pero el ICEHOTEL es también la tranquilidad de la naturaleza que lo rodea y aventuras como la pesca en hielo, excursiones en trineo tirado por perros, ciclismo y rafting, entre otras actividades.
Son pocos los lugares donde los viajeros pueden apreciar la belleza de la vida en el hielo, que puede ser tan intensa y deslumbrante como la de cualquier otro paisaje del planeta.
En el ICEHOTEL 365, el huésped puede comprobar que es cierto aquello de que «la vida siempre encuentra su camino». Y qué vida. En sus más de 2,100 metros cuadrados, el ICEHOTEL 365 dispone de un Icebar, galería de hielo con exposición de obras de arte efímeras y sala de eventos.
“El hotel realmente estuvo a la altura de nuestras expectativas», dice un turista de Columbia, Carolina del Sur, en redes sociales, sobre su visita a este hotel de hielo. «No estábamos seguros de qué esperar, ya que su sitio web es un poco más artístico que informativo, pero lo disfrutamos mucho”.
El hotel de hielo está abierto durante todo el año gracias al uso de energía sostenible suministrada por placas solares, que permiten una temperatura interior constante, en invierno y en periodo estival, de -5 ºC (44 ºF). No olvidemos que en esta zona al norte del Ártico, el sol brilla en verano el equivalente a 100 días consecutivos porque no existe la noche, lo que proporciona un excedente de energía que se usa para alimentar otros edificios, como restaurantes, oficinas y habitaciones cálidas.
Muchos de los intrépidos viajeros de más de 80 países que llegan al ICEHOTEL 365 lo hacen en invierno para contraer matrimonio. La ceremonia es planeada íntegramente por los novios e incluye, entre otras posibilidades, la llegada al lugar en trineo y un banquete nupcial en tiendas y carpas ubicadas en plena naturaleza. Y si tienen suerte, los novios pueden observar una aurora boreal, cuyo espectáculo parece, en efecto, el augurio de una maravillosa vida conyugal. ■
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