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Para los amantes del enoturismo, este destino es un sueño hecho realidad. Ubicado en el oeste de Suramérica, entre la Cordillera de los Andes y el océano Pacífico, se encuentra una pequeña franja de tierra llamada Chile. Con el desierto más árido del mundo -Atacama- hacia el norte, la principal ciudad y los viñedos en el centro, y lagos, ríos y glaciares hacia el sur, este país tiene mucho que ofrecer. Su peculiar ubicación geográfica, además, es la responsable de crear algunos de los mejores vinos del mundo. Bueno, eso y… ¡sus experimentados enólogos!
Existen múltiples valles en la región central reservados para el viñedos: Aconcagua, Maipo, Colchagua y Maule, por solo nombrar algunos. Sin embargo, el valle de Colchagua sobresale por combinar ocio y vinos estupendamente, con viñas que ofrecen tours con especialistas y hoteles de lujo.
A solo 50 minutos en vuelo privado desde Santiago, Santa Cruz es la ciudad que no deben dejar de visitar, pues cuenta con tres pistas de aterrizaje cercanas a una de las mejores bodegas de Chile, Lapostolle, y a pocos minutos de la Residencia Clos Apalta.
Miembro de Relais & Châteaux, una asociación global de hoteles, la Residencia Clos Apalta consiste en 4 pequeñas casas con vistas extraordinarias de los viñedos de Apalta y de las colinas contiguas, con precios que comienzan en US$ 900 la noche por persona. Existe también un paquete especial por US$ 1,500 en el cual se pueden degustar todos los tipos de vinos ofrecidos por Lapostolle: Cabernet Sauvignon, Merlot y Carmenere, el favorito de los locales. Hay muchas maneras de descubrir las viñas del valle de Colchagua: desde alquilar una bicicleta o montar a caballo hasta hacer una excursión a las montañas. Tú escoges el ritmo que quieres darle a esta experiencia.
Viajar a Santa Cruz
Existe sólo un aeropuerto en Chile donde aterrizan todos los vuelos internacionales: el Aeropuerto Internacional de Santiago, pero si no viajas en un vuelo comercial, sino en avión privado, muy cerca del aeropuerto está la terminal privada FBO Aerocardal, operada por la aerolínea ejecutiva local Aerocardal. Llegar allí es mucho más rápido y puedes conectar directamente con el vuelo hacia Santa Cruz que, como comenté al principio, sólo dura 50 minutos. Aerocardal opera el Pilatus PC-12 de ocho pasajeros, una de las pocas aeronaves ejecutivas capaces de aterrizar en la pista local.
Otra opción, que puede además ser coordinada por la Residencia Clos Apalta, es llegar directamente al aeropuerto de Santiago y viajar por tierra hasta Santa Cruz, una ruta que demora aproximadamente tres horas. Arrendar un helicóptero tras tu viaje comercial o privado es igualmente una posibilidad, aunque debes tener en cuenta que no existe un buen inventario de helicópteros biturbina preparados para transportar entre seis y ocho pasajeros.
Más de doce zonas productoras de vino en Chile
El valle de Colchagua es sólo una de las 12 de zonas que produce vino en Chile. Sin embargo, su entorno lo hace un lugar especial e insuperable en términos de descanso, naturaleza y degustación de vinos. Es un lugar lleno de magia para los expertos en vinos y para quienes quieren aprender un poco más sobre ellos.
De todas maneras, Chile es mucho más que vino. Si experimentar la cultura local es uno de los objetivos de la travesía, además de conectarse con paisajes únicos mientras se hospeda una o dos noches en un muy lindo hotel, Santa Cruz es altamente recomendable, indiscutiblemente uno de los mejores secretos guardados del turismo chileno. ■
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