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Redactar correos electrónicos, escribir mensajes de textos, tomar notas. Aunque no nos demos cuenta, todo el día estamos escribiendo. La escritura es, en esencia, comunicación y la tecnología nos ha convertido a todos de una manera u otra en escritores. A los escritores siempre los ha rodeado cierta mística, ya que tienen el poder de evocar mundos y realidades distintas con su imaginación, con un estilo único y una creatividad propia. Todos esos elementos conforman el «arte de escribir». Pero. supongamos por un momento que te olvidas de todo lo que tiene que ver con ese concepto y simplemente te dedicaras a escribir. La terapia de escribir es valiosa en sí misma como medio de autoexpresión. Y si se cultiva de manera adecuada, la escritura es una herramienta muy poderosa para mejorar el bienestar mental y corporal.
Con ese principio en mente, fundé el taller Writers Flow Yoga; en el que se combinan ejercicios sensoriales y creativos que buscan ayudar a los escritores a desbloquear sus pensamientos, mientras practican una meditación en movimiento. Mi objetivo es abrir los sentidos, alcanzar la claridad mental y aprovechar la imaginación mientras se practica yoga. Escritores de todos los niveles a menudo sufren de bloqueos y buscan la manera de ayudar a que las palabras fluyan con facilidad y este taller puede ser una gran herramienta.
Las cualidades curativas de la escritura expresiva se han analizado en varios estudios. Los efectos que la escritura tiene en la psique pueden alterar favorablemente el panorama mental, además de ayudar a crear una perspectiva positiva que a su vez fortalece nuestro sistema inmunológico. Un estudio dirigido por Laura King y Chad Burton, en el Journal of Research in Personality, registró el comportamiento de 90 estudiantes. Los participantes fueron divididos en dos grupos; uno tenía la tarea de escribir sobre un tema específico. El otro grupo escribió una historia sobre un momento extremadamente positivo en sus vidas. Ambos grupos escribieron durante 20 minutos cada día, tres días seguidos. Los estados de ánimo de los sujetos se registraron antes y después de la escritura. Meses después se calcularon las visitas al centro de salud. Y aquellos que escribieron sobre experiencias positivas, tuvieron menos visitas al centro de salud y un mejor estado de ánimo en general.
Pero no sólo escribir sobre las experiencias positivas fue benéfico. Afrontar experiencias negativas a través de la escritura también tiene un gran efecto. Cuando escribimos un diario, damos voz a sentimientos y emociones que son difíciles de expresar a viva voz y puede ser increíblemente catártico. El hecho de registrar experiencias dolorosas de forma regular puede tener beneficios para la salud. Otro estudio (Joshua M. Smyth y Arthur A. Stone) sobre el vínculo entre la escritura y la salud, en el que participaron 107 pacientes con artritis reumatoide y asma durante un período de 4 meses, arrojó interesantes resultados. Los participantes se dividieron en 2 grupos, el primero escribió sobre experiencias estresantes y el segundo grupo sobre experiencias cotidianas. Los pacientes que escribieron sobre momentos estresantes mostraron una mejora significativa en su salud; sin embargo, el grupo que escribió sobre experiencias intrascendentes (el grupo de control) no registró cambio alguno.
Practicar la escritura de bienestar
Intenta esto: escribe un diario pero en lugar de detallar los eventos que suceden como lo harías en un diario normal, detalla lo sentimientos que tuviste a lo largo del día. Recrea momentos y eventos que desencadenaron respuestas fuertes, y trata de incluir tantos detalles sensoriales como te sea posible. Escribe todos los días. Y si en determinados días no pasa nada sobre lo que valga la pena escribir, está bien, pero haz de la escritura un ritual. Prepara tu té favorito y tómate un tiempo para respirar durante unos minutos antes de comenzar. Luego, remóntate a los primeros recuerdos de tu vida, hasta que te sientas conmovido y comienza a escribir. Resiste la tentación de juzgar y editar mientras escribes. Deja que las palabras brinquen de tu mente a la página.
Escribir es el mejor ejercicio de la mente y el cuerpo: los pensamientos se transmiten desde el cerebro y se materializan a través de las manos. Atrévete, explora tu subconsciente. libera el apego a las palabras y disfruta del viaje de la escritura para alcanzar el bienestar. ■
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