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Establecida en el 2009, la compañía española Ecoalf, de Javier Goyeneche, ha creado un concepto innovador que combina el diseño de moda con materiales reciclados de última generación. En compromiso con la ecología, también ha creado hace 10 años la fundación ECOALF para la recuperación de residuos marinos y limpieza de los mares. La firma se compromete a donar el 10% de las ventas de su colección ‘Because there is no planet B’ a este proyecto.
El joven Goyeneche, su dueño y fundador, es un empresario madrileño graduado en Administración de Empresas en el European Business School de Londres, Inglaterra., quien además obtuvo una maestría en Estrategias de Marketing Internacional en la Northwestern University de Chicago, Estados Unidos.
En 1995, Goyeneche fundó Fun & Basics, una firma de moda especializada en bolsos y accesorios que, luego de 10 años, ya contaba con 350 puntos de venta y 70 tiendas propias. En el 2005, el éxito de su negocio le mereció el premio como el Mejor Joven Empresario de Madrid.
Decepcionado debido a la cantidad de desechos que a diario veía producirse en el mundo de la moda, Javier Goyeneche se fijó como meta la creación de una empresa distinta, que fuera sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Con este fin creó Ecoalf, un nuevo concepto de moda ecológica a partir de materiales que se desechan y no contaminan nuestro planeta.
En poco tiempo, su firma se ha convertido en una importante empresa global de moda y accesorios creados a partir de materiales reciclados, con productos que cubren la mayor parte de las necesidades del estilo de vida actual: prendas de abrigo, trajes de baño, camisetas, sudaderas (sweatshirt), zapatillas y accesorios. Además, Goyeneche ha expandido estratégicamente la distribución de sus productos consiguiendo la presencia de la marca en muchos de los más importantes grandes almacenes y puntos de venta del mundo.
Los diseños de Ecoalf han triunfado en Estados Unidos y otros países, cautivando a firmas y empresas como Apple, Marc Jacobs, Louis Vuitton Moët Hennesy, Harrod’s y Coca Cola, entre otras.
En esta entrevista exclusiva para azureazure.com, Javier Goyeneche nos demuestra que hacer las cosas de forma diferente, saliéndose de las normas establecidas, no sólo es posible sino también necesario.
¿Cuándo y cómo nace en Javier Goyeneche la necesidad de preservar el medio ambiente creando moda a partir de materiales reciclados?
Ecoalf surge a raíz del nacimiento de mi primer hijo Alfredo. Ante el uso indiscriminado de los recursos naturales nace la idea de concebir una marca de moda sostenible. Me pareció que lo más ecológico era no seguir utilizando los recursos naturales del planeta. En la actualidad, consumimos cinco o seis veces más de lo que la tierra es capaz de autogenerar. El reciclaje podría ser una solución si fuéramos capaces de crear una nueva generación de productos reciclados con la misma calidad y propiedades que los mejores productos no reciclados.
¿Cómo recuerdas los inicios y qué fue lo más complicado?
La mayor dificultad fue el mercado de tejidos reciclados. Los que existían sólo estaban reciclados en un por ciento muy bajo y eran de muy mala calidad. Entonces comencé a crear alianzas para desarrollar una nueva generación de tejidos ciento por ciento reciclados, con el aspecto y las texturas de los tejidos sofisticados de moda.
Eso supuso una inversión muy costosa…
Así es, pero gracias a ello hoy disponemos de más de 60 tejidos desarrollados con diferentes residuos. Desde el inicio, Ecoalf ha tenido que invertir muchos recursos y tiempo en investigación, desarrollo e innovación. Hoy tenemos más de catorce alianzas alrededor del mundo ― Taiwán, Corea, Portugal, México, Japón, España, entre otros países― con las que trabajamos estrechamente para reciclar y crear tejidos de gran calidad y propiedades técnicas a partir de los residuos.
Además, gracias a nuestra continua inversión en sofisticados e innovadores procesos de reciclaje, no sólo hemos reducido el consumo de los recursos naturales sino que también contribuimos a dar una segunda vida a los desechos, convirtiéndolos de nuevo en materia prima. De esta forma, Ecoalf intenta garantizar las necesidades actuales sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.
Ecoalf comenzó su andadura ecológica gracias a una botella de plástico PET (polyethylene terephtalate o tereftalato de polietileno) que fue convertida en tejido y posteriormente en un bolso. ¿Con qué materiales están trabajando actualmente?
Aparte de que seguimos reciclando las botellas de plástico usadas, utilizamos también redes de pesca abandonadas, neumáticos viejos, el poso o residuo del café así como algodón y lana postindustrial. A estos materiales los sometemos a unos complejos procesos de reciclaje para obtener los tejidos con los que posteriormente fabricamos las prendas.
¿En los inicios del proyecto Ecoalf, imaginaste el éxito alcanzado en la actualidad?
Hace un par de años, no hubiera podido imaginar el nivel de sofisticación y la calidad de las texturas ecológicas que estamos consiguiendo a través del reciclaje. Llevamos muchos años sin aceptar un “no” como respuesta. Por eso nos llena de orgullo que, siendo una firma tan joven y pequeña, estemos haciendo colaboraciones con marcas como Apple, Barneys, Nordstrom, Goop y Coolhunting, entre otras.
Con Apple USA creamos una línea de fundas para sus Macbooks; posteriormente, junto con la actriz Gwyneth Paltrow, diseñamos una línea exclusiva para su web GOOP. Asimismo, hicimos una edición limitada para Barneys y otra para la web de tendencias Coolhunting.
También colaboramos con EKOCYCLE, que es la marca con la que el cantante will.i.am y la compañía Coca-Cola promueven la sostenibilidad. Estas colaboraciones nos han ayudado mucho a comunicar lo que hacemos y cómo lo hacemos, ya que, insisto, somos aun una compañía pequeña.
¿Por qué crees que Estados Unidos es el país más receptivo a tus productos?
La sociedad estadounidense va un paso por delante, se mueven a otro ritmo y la gente está más concienciada. El lanzamiento de la marca en Estados Unidos fue en el 2012 y a partir de entonces empezó la expansión a otros mercados, como Japón y el resto de Europa. Las ventas en el extranjero suponen el 90 por ciento de nuestra facturación total.
El coste de reciclar y crear tejidos con materiales desechables se traslada al precio final del producto. ¿Es su meta que en un futuro cualquier persona preocupada por el medio ambiente pueda adquirir productos de Ecoalf a precios asequibles?
Nuestra meta es que la gente se conciencie de la limitación de los recursos naturales y no mire para otro lado. No podemos seguir viviendo en este planeta como si tuviéramos otro a donde ir.
Hay tres líneas de productos dentro de Ecoalf: Timeless, que es la básica; Xtrem, que es la más técnica y deportiva; y Uptown, que es la línea de moda. Nuestra intención es que Timeless se convierta en una línea accesible, de manera que el precio no sea el motivo por el que alguien no adquiera uno de nuestros productos. Curiosamente, en muchos mercados extranjeros nos ha sucedido que las tiendas más interesadas en nuestra filosofía y productos no deseaban nuestros artículos más asequibles para sus puntos de venta.
¿Aparte de lo que ya se están haciendo para preservar el medio ambiente, que más crees que se puede hacer?
En Ecoalf sentimos que tenemos la responsabilidad de exponer que los recursos no son ilimitados, que se agotan y que no podemos seguir devastando el planeta. Queremos demostrar que existe la posibilidad de hacer las cosas de una manera diferente sin renunciar al diseño y la calidad. El verdadero lujo consiste en cuidar lo que realmente tiene valor: nuestro planeta.
En la compañía, conciencia ecológica y moda se complementan. ¿Qué sentido tiene crear un coche de última generación o un edificio con una arquitectura impecable, si no aportan mejoras al medio ambiente y, por tanto, a la sociedad? Creo que queda mucho por hacer.
¿Qué legado quisiera dejar Javier Goyeneche?
Sólo quiero demostrar a la gente que se puede consumir de una forma responsable sin tener que renunciar al diseño y la calidad. Visita el sitio de la marca, aquí.■
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