La tinta china probablemente evoca la milenaria caligrafía del gigantesco país asiático o las pinturas monocromáticas a plumilla de sus bellos paisajes. Inevitablemente relacionamos este líquido negro con un arte antiguo, pero desconocemos su vigencia y renovación en el arte contemporáneo chino. Precisamente, ahora podemos descubrir su actualidad gracias a la exhibición Ink Art: Past as Present in Contemporary China (El arte en tinta: El pasado como presente en China contemporánea), organizada por el Museo Metropolitano de Arte (MET) de Nueva York, la cual puede ser visitada hasta el 6 de abril del 2014.
SONG DONG. Printing on Water (Performance en el río Lhasa, Tibet), 1996.
El pasado del milenario arte de la tinta china se posa en el presente en esta exposición del MET, considerada como la “primera gran muestra de arte chino contemporáneo jamás montada”. Con un total de 70 obras de 35 artistas nacidos en China continental en la segunda mitad del siglo XX, la exhibición navega entre pinturas en papel, pergaminos, esculturas, fotografías, grabados en madera, vídeos o instalaciones. Sin duda, como afirma el principal curador del Departamento de Arte Asiático del MET Mike Hearn, “el arte con tinta es un término muy abarcador en esta muestra”.
Los artistas seleccionados para esta exposición, cuyas piezas datan de la década de 1980 a la actualidad, han alterado la tradición china heredada, sin perder su identificación, con el lenguaje expresivo de su pasado cultural. Sus obras, ubicadas en las galerías permanentes de arte chino del museo, se distribuyen temáticamente en cuatro partes: La palabra escrita, Nuevos paisajes, Abstracción, y Más allá del pincel.
En el proceso de transformación de esta tradición, estos creadores han reinterpretado a su modo los modelos del pasado. Según Thomas Campbell, director del MET, sus obras abarcan “un tiempo de cambio social y económico en China, un periodo en el que el arte chino estaba ocupando su lugar en el escenario mundial”.
ZHANG HUAN. Albun familiar, 2001.
De entre los trípticos de la muestra, llama la atención el del artista Qiu Zhijie, quien explora el tema de los suicidios ocurridos en el puente sobre el río Yangzi, en Nanjing, que fue el primer puente carretero y ferroviario moderno, diseñado y construido enteramente por chinos en 1968. Esta obra del 2009 es parte del proyecto Suicidiología del puente del río Yangzi en Nanjing.
De la sección Nuevos paisajes, la obra La vista de la marea (2008) de Yang Yongliang, parece simplemente la panorámica de un bello paisaje con sus montañas, valles y olas, hasta que un acercamiento a los detalles permite descubrir otro ambiente invadido por la mano del hombre, repleto de carreteras, torres de electricidad y rascacielos.
Otras obras de la muestra son Paisaje chino tatuaje número 2 y número 4 (1999) de Huang Yan, fotografías que forman parte de una serie sobre un torso desnudo tatuado con montañas, bosques y escenas tradicionales chinas; e Impreso en el agua (1996), una serie de 36 fotografías de Song Dong, en las que el artista estampa en las aguas del río Lhasa un gran sello de madera, grabado con el carácter chino de la palabra agua.
YANG FUDONG. Escena de from Liu Lan, 2003.
También hay una sala dedicada exclusivamente al Libro del cielo (1955) de Xu Bin, una instalación creada entre 1987 y 1991 que consiste en pergaminos y libros escritos a mano que recubren toda una habitación, y nos hacen sentir como si estuviésemos sumergidos en un océano de palabras.
El arte de la tinta china. Un arte milenario que se transforma y se renueva con la creatividad de artistas contemporáneos chinos. Un museo innovador que siempre busca impresionarnos con cada una de sus muestras, esta vez, con trazos en tinta china. ■