Henri Matisse, uno de los más grandes artistas plásticos del siglo XX, desarrolló a sus casi 80 años de edad la técnica de recortar figuras de papel de colores ―gouaches découpées― revolucionando así el arte moderno. Para acercar al público a estas obras, la galería londinense Tate Modern ha creado Henri Matisse: The Cut-Outs, la mayor exposición de acuarelas recortables del artista. Se podrá visitar desde el 17 de abril hasta el 7 de septiembre. Después, se trasladará al Museo de Arte Moderno (MoMA) de Nueva York, donde estará del 14 de octubre al 9 de febrero del 2015.
Como sólo ocurre con los genios, Matisse logró convertir un problema en una virtud cuando casi en el ocaso de su carrera, envejecido y enfermo, apenas podía sostener los pinceles. “Al final de su vida, a Matisse le costaba mucho pintar. Desde principios de la década de 1940 hasta su muerte en 1954, utilizó una técnica que ya había experimentado en una o dos ocasiones, tomando hojas de papel coloreado, recortándolas y haciendo composiciones con los recortes”, explica Nicholas Serota, director de la Tate Modern de Londres.
Aunque hubo críticos que en su momento consideraron estos trabajos como resultado de la senilidad del artista, la historia se encargó de valorar justamente el trabajo de Matisse. Incluso Pablo Picasso, un contemporáneo de su época y otro genio del arte, hizo su propia valoración: “Es increíble que un artista, hacia el fin de su vida, no sólo invente un nuevo estilo, sino también un nuevo medio”.
Un total de 120 obras de colecciones privadas y museos de todo el mundo compone la muestra más importante jamás organizada sobre el trabajo del artista con esta técnica. Entre las piezas que se exponen se encuentran: Desnudos azules, Ícaro, Mimosa, Memoria de Oceanía, El caracol y La gran decoración de máscaras. Las tres últimas obras aparecerán juntas por primera vez de la misma manera en que las concibió el artista, como lo revela una fotografía que apareció en su taller.
De la serie Desnudos azules también estará presente la pieza más importante: Desnudo azul I, de 1952. Su uso del color, sus formas escultóricas, sus papeles pintados, la evocación de la superficie del agua y la luminosidad de la vegetación están presentes en toda su obra que, sin duda, aportó una nueva concepción de forma y color.
Los recortables, una técnica inventada por Matisse, ponen de manifiesto la innovación de este artista polifacético que destacó en la escultura, la pintura, el grabado y el dibujo. Sus primeras acuarelas recortables datan de entre 1943 y 1947 y están agrupadas en su libro Jazz, donde aparece su obra junto con textos escritos a mano.
La exposición, además, se adentra en los métodos y materiales que usaba Matisse para sus creaciones, así como en consideraciones acerca de la obra de arte y la decoración, la contemplación, la utilidad, el dibujo y el color. Toda su obra, incluso la de su etapa final, está salpicada por la presencia de ritmos y el sentido de lo físico, lo material y la armonía.
Los recortables “no se parecen a nada de lo que se hacía en la época”, comenta Nicholas Cullinan, el curador de esta exposición en la que se muestra cómo el genio se creció ante la dificultad y terminó revolucionando el arte moderno.
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