En diciembre de 2013, durante las intensas jornadas de la feria Art Basel Miami Beach, la ciudad de Miami celebra la tan esperada apertura del Pérez Art Museum Miami (PAMM), la nueva entrega de lo que se conocía hasta ahora como el Museo de Arte de Miami (MAM). La institución deja su antiguo edificio, construido en 1983 por Phillip Johnson, y se traslada a una nueva sede ubicada en el paseo marítimo que hoy se conoce como Museum Park.
El singular edificio del PAMM, diseñado por la firma suiza de arquitectura Herzog & de Meuron Architekten, es una moderna e impresionante estructura que rompe los esquemas de un museo tradicional. Con un área para exposiciones de más de 18.500 metros cuadrados donde predomina la luz natural, y con ventanales envolventes que permiten disfrutar de las espectaculares vistas de la bahía de Biscayne, el centro de Miami y los magníficos jardines tropicales circundantes del museo, el edificio promete ser una obra maestra arquitectónica que anuncia una nueva era para el arte en la ciudad de Miami. Además de un espacio interior que se engrandece por la integración de la arquitectura con la naturaleza, el nuevo edificio del museo cuenta con unos majestuosos jardines colgantes, creados por el botánico francés Patrick Blanc. Se trata de columnas de gran altura cubiertas con 77 especies de plantas diferentes que caen como cascadas verdes desde la azotea.
El edificio, cuyos diseñadores proclaman con orgullo como un museo futurista, alberga modernas instalaciones para programas educativos multimedia, una tienda de regalos, un bar y un restaurante, y es probable que se convierta en el espacio preferido para disfrutar de almuerzos o meriendas con vistas al mar o un lugar de retiro para el descanso en mitad de la jornada laboral.
Jorge M. Pérez, un importante promotor inmobiliario de Miami, donó 35 millones de dólares y una selección de valiosas obras de arte de su propia colección al PAMM. En reciprocidad por tan honorable gesto, el museo fue rebautizado para reconocer su nombre. Las 110 piezas de arte que donó alPAMM en el 2012; otras 102 obras también donadas recientemente por el presidente del grupo Draca, Craig Robins, y las continuas contribuciones que día a día hacen artistas y mecenas de las artes, han elevado de manera considerable el inventario de la colección permanente del museo. En total sincronía con el ambiente multiétnico de Miami, ésta muestra la diversidad cultural tan arraigada en esta mágica ciudad del sur de la Florida.
Las esperadas exhibiciones de apertura son un homenaje a la fama que cobra Miami en el mundo del arte. Una exposición de las obras del artista disidente chino Ai Weiwei, titulada Ai Weiwei: According to What? (Ai Weiwei: ¿De acuerdo con qué?), presenta temas trascendentales como la tragedia, la historia, la cultura y su recurrente temática de la libertad. La muestra cuenta también con algunas de las obras más conocidas de Weiwei, tales como su icónico tríptico Dropping a Han Dynasty Urn (Dejar caer una urna de la dinastía Han), además de instalaciones como la casa hecha con hojas de té y una escultura de bicicletas chinas, unidas entre sí, para crear un laberinto.
Asimismo, en el Project Gallery del museo, que es una sala especial con un techo de doble altura, la artista polaca Monica Sosnowska colgará una de sus esculturas con armazón de acero de más de 500 kilos de peso. También forma parte de la muestra inaugural una retrospectiva de la pintora cubana Amelia Peláez, con sus óleos de colores brillantes que evocan los cálidos y nostálgicos interiores de la arquitectura tradicional habanera.
AMERICANA, una colección que exhibe a lo largo de seis galerías las obras de arte producidas por artistas del Caribe y del norte, centro y sur del continente americano, se presenta también en la noche de apertura. Hay además una excepcional muestra fotográfica con obras de artistas de la talla de Andy Warhol, Edward Steichen y Rineke Dijkstra. Para complementar la variada selección de exposiciones, una instalación del artista británico guyanés Hew Locke, titulada For Those in Peril on the Sea (Para aquéllos que peligran en el mar), despliega a la vista del público decenas de réplicas de barcos que cuelgan del techo del Project Gallery del museo.
El PAMM también tiene en cuenta a los amantes de la poesía y el cine, con muestras exclusivas como la selección de obras de la colección de Ruth y Marvin Sackner, que fusiona imágenes y poesía; el estreno mundial de Inferno, una película de Yael Bartana que muestra la construcción del tercer Templo de Salomón en Sao Paulo, Brasil, y la tercera entrega de la serie Discursos de Bouchra Khalili, comisionada especialmente por el museo y producida en Nueva York, que documenta la vida de los inmigrantes ilegales que viven y trabajan en esa ciudad.
En el PAMM, el arte no se limita al interior del edificio, sino que también expande sus fronteras hacia el jardín. Allí están emplazadas inicialmente dos esculturas de la serie Caos, del artista estadounidense Jedd Novatt. Esas piezas de metal, tan grandes como la vida misma, parecen desafiar la gravedad y proporcionan un toque inesperado al exuberante espacio exterior del museo.
El Pérez Art Museum Miami puede presumir de tener el mayor programa de educación artística fuera del sistema escolar del condado de Miami Dade. Con un área educativa que incluye un auditorio, biblioteca, aulas y espacios para arte y talleres digitales, el PAMM prevé que su programa ayudará a 70.000 personas en el primer año.
Para el 2015, el PAMM tendrá un nuevo vecino: el Patricia and Phillip Frost Museum of Science, que se alzará también en el cada vez más popular Museum Park. Ambos museos compartirán una espectacular explanada frente al mar, que ha sido bautizada como Knight Plaza, en reconocimiento a los hermanos John S. y James L. Knight. “La plaza es una oportunidad para atraer a los ciudadanos del sur de la Florida y solidificar el pujante centro cultural de la ciudad”, señala Alberto Ibargüen, presidente de la Fundación John S. y James L. Knight, que aportó un total de 20 millones de dólares para la construcción de los museos.
Thom Collins, director del PAMM, ha afirmado abiertamente que se trata de un museo para el público. “Debido a que Miami es una ciudad internacional muy conocida por sus playas y su clima, tanto los ciudadanos de Miami como los turistas apreciarán mucho lo que los arquitectos de Herzog & de Meuron han diseñado: un edificio que integra el parque en el museo de una manera novedosa e innovadora”, dice Collins.
Quienes están familiarizados con el pasado de Thom Collins, conocen su habilidad para involucrar a la comunidad en los proyectos que acomete. Durante sus años al frente del Neuberger Museum of Art de Nueva York, fue responsable de un aumento considerable de la asistencia y participación de la comunidad. Hay grandes esperanzas puestas en Collins, quien es también director de arte y curador del museo.
Ya sea por el amor al arte o a la arquitectura, por sus majestuosos jardines colgantes o por sus vistas al océano, lo cierto es que el PAMM tiene mucho que ofrecer, tanto a los residentes de la ciudad como a los turistas. Además, y aún más importante, será un catalizador perfecto para impulsar a la hermosa ciudad de Miami a ocupar un merecido lugar en el panorama artístico internacional. ■