Cuando Art Basel llegó a Miami Beach en el 2002, los coleccionistas de arte estuvieron de plácemes. Miami, actuando como un punto medio entre muchos países, ofreció accesibilidad a las galerías de arte de todo el mundo en un solo lugar. A través de los años, el movimiento de Art Basel Miami Beach continúa creciendo, y ahora la feria marca un momento extraordinario para los coleccionistas de arte, amantes del arte y hasta los que simplemente buscan una actividad interesante y divertida.
Hay muchos como yo, residentes de Miami y sin ningún entrenamiento formal en arte, que se han enamorado de esta movida artística que sigue creciendo. Para nosotros, Art Basel Miami Beach llega como un regalo especial a principios de diciembre. Por suerte, este evento ofrece suficiente diversidad para satisfacer todos los gustos. Art Basel Miami Beach sirve como un paraguas alegórico bajo el cual todos nos reunimos para experimentar lo que estamos buscando.
JAMES EDWARD DEEDS, Jr. Hirsche and Adler Modern Gallery.
Los artistas latinoamericanos estuvieron muy bien representados en la feria de este año. La galería Mary-Anne Martin de Nueva York, especialista en arte latinoamericano, mostró algunas impresionantes obras de artistas mexicanos, entre ellas: La casa de alojamiento de Leonora Carrington, Niña india de Diego Rivera, Mujeres en la cárcel de María Izquierdo y Dos niños de Rufino Tamayo. También estuvo presente la Galerie 1900-2000 de París, que incluyó en su exhibición trece piezas del reconocido artista mexicano Marius de Zayas.
La Hirsche and Adler Modern Gallery de Nueva York ofreció una narrativa interesante en una exhibición de James Edward Deeds, Jr., cuyas piezas fueron creadas por el artista mientras éste estuvo internado en un hospital de Missouri, Estados Unidos. Deeds, a quien le diagnosticaron demencia y esquizofrenia, creó pequeñas obras de arte en papeles de contabilidad de la institución. Las piezas ilustran su vida, desde sus primeros años como agricultor hasta sus últimos años en un manicomio.
WIM BOTHA. Stevenson Gallery.
Cuatro impresionantes esculturas de Wim Botha, ganador del premio Helgaard Steyn fueron presentadas por la Stevenson Gallery de Ciudad del Cabo y Johannesburgo. Son extraordinarios bustos construidos con libros apilados, por lo general biblias, enciclopedias y diccionarios. Botha sigue creando estas sorprendentes esculturas, y hay muchas más en la exhibición de la galería de Ciudad del Cabo.
La aclamada artista keniana Wangechi Mutu fue invitada a la feria por Pace Prints, una galería de Nueva York que presentó su colección de nueve grabados Suite of Nine Daughters (Grupo de nueve hijas). Mutu usa el collage con otros materiales en su trabajo para agregar significado y profundidad a sus diseños. Las nueve misteriosas piezas son símbolos de poderosa feminidad.
MARK RYDEN. The Parlor (Allegory of Magic, Quintessence and Divine Mystery). Michael Kohn Gallery.
La Michael Kohn Gallery de Los Ángeles, conocida por representar obras de artistas de renombre así como de artistas emergentes, mostró un gigantesco cuadro del pintor Mark Ryden titulado The Parlor (Allegory of Magic, Quintessence and Divine Mystery). Esta obra del arte kitsch, que representa la vida en la década de 1890, es parte de la colección The Gay 90s de Ryden, y tiene un marco de madera tallada que en sí es una obra de arte en mi opinión. La pintura, rica en detalles, resulta ser un regalo para un grupo muy diverso: los que tienen preferencia por lo clásico, los que aman la belleza de los detalles e, incluso, aquellos intrigados por la muerte.
Desde su creación en el 2002, Art Basel Miami Beach ha evolucionado tanto que ha dejado de ser simplemente una semana durante la cual los coleccionistas de arte acuden a Miami con la esperanza de incrementar sus colecciones. Esta semana es también de gran entusiasmo en Miami Beach, tanto para los residentes locales como para los turistas que van de un evento a otro.
Lamentablemente, algunas personas consideran que Art Basel Miami Beach no es una feria de arte como debe ser, por todo el alboroto de fiestas con que se acompaña y que puede distraer la atención de quienes buscan la experiencia mística del arte. Pero eso no debe desanimarnos. Personalmente pienso que hay un mundo de magnificencia que se presenta en el Centro de Convenciones de Miami Beach cada mes de diciembre. ■