La recordada Zaha Hadid, primera mujer ganadora del premio Pritzker de arquitectura, dejó un legado de extraordinarios y ultra vanguardistas edificios que cambiaron los paisajes urbanos de muchísimas ciudades del mundo. En este artículo, visitaremos dos de sus últimos trabajos: su primer edificio residencial de apartamentos de lujo en la calle 28 (28th St.) de Manhattan en Nueva York, un proyecto vanguardista y lleno de glamour, pero sin exageraciones, ubicado en Chelsea, un barrio que ha despegado increíblemente en los últimos años, y el arriesgado Centro Heydar Aliyev en Bakú, capital de la otrora República Soviética de Azerbaiyán, cuyo diseño tan vanguardista se erige como presagio de la imparable evolución de esta rica ciudad petrolera.
Related Companies de Nueva York le encargó a Zaha Hadid Arquitects, la firma de la arquitecta anglo-iraquí, un elegante edificio residencial de lujo junto al High Line Pak. Aquello fue para Hadid la oportunidad de poner su impronta y dejar su huella en la Gran Manzana, y quienes conozcan de cerca su obra y su recorrido, se darán cuenta de la importancia que tuvo para ella este proyecto justamente en ese lugar, ya que ella ya había presentado previamente otro para esta misma ubicación y pasó inadvertido. Este proyecto no fue sólo el primer edificio residencial de Zaha en Nueva York sino la culminación de un sueño.
Su diseño mantiene las curvas elegantes características de la arquitecta, aunque más comedidas dada la magnitud del proyecto. El complejo se ubica en una parcela relativamente pequeña e incluye 37 residencias y once plantas. Los apartamentos ofrecen hasta 510 metros cuadrados, techos de más de 3 metros de altura, tecnología integrada y acabados de última generación. Los planos son diferentes para cada tipo de apartamento y se pueden expandir. De estilo dinámico, aunque el edificio tiene varios ascensores, algunos llegan directamente al vestíbulo de ciertos apartamentos, aportando mayor seguridad e intimidad al dueño.
El exterior de la estructura es liso, con esquinas redondeadas y vidrio envolvente con unas fabulosas panorámicas del High Line Park. Dos alas de alturas desiguales y un patrón de “chevron” (cheurón, es decir, ese típico diseño en forma de V) aportan un aspecto contemporáneo, en contraste con el de los edificios circundantes. Las puertas de doble altura del vestíbulo dan la bienvenida a este proyecto residencial tranquilo y exclusivo. Y por si las vistas al High Line no fueran de por sí lo suficiente para relajarse, los inquilinos también pueden disfrutar de servicios e instalaciones adicionales como una piscina cubierta, spa, área de entretenimiento, salas de juegos y una preciosa azotea de techo curvilíneo.
Este nuevo lujo arquitectónico de Hadid se suma al carácter dinámico de Chelsea, un barrio vibrante que continúa creciendo cada vez más con la llegada de nuevos restaurantes y galerías.
En el otro lado del mundo, junto al Mar Caspio, Azerbaiyán busca una nueva identidad con el Centro Heydar Aliyev, un proyecto mucho más grande de la firma de Hadid.
El Centro Heydar Aliyev es un símbolo de la reconstrucción social de Bakú, la cual está tratando de encontrar su propia identidad libre de la dominación soviética. El edificio se encuentra en el centro de la ciudad con el propósito de ofrecer a sus residentes una institución emblemática que refleje los valores culturales de esta nación de Asia Central.
Desde el exterior, la estructura tiene una forma ondulada continua. El diseño curvilíneo de este edificio contrasta con la arquitectura monumental de la mayoría de los edificios circundantes, herencia de la era soviética. Está construido con más de 12.000 paneles angulares y no hay ni una línea recta a la vista. Su hermosa fachada exterior parece una única superficie curva que despega con gracia desde el suelo. La fluidez con la que esta hermosísima composición arqueada parece moverse y despegar vuelo tiene un efecto balsámico y calmante en esta ciudad tan bulliciosa, atestada y en continuo crecimiento.
Con más de 90.000 metros cuadrados de espacio, el centro es espacioso, sin resultar sobrecogedor. Los reflejos de luz natural que se filtran a través de pequeñas vidrieras le confieren al interior una suave calidez. La arquitecta diseñó tres estructuras distintas para cada una de las tres necesidades diferentes: museo, biblioteca y auditorio, cada una con su propia entrada privada. El centro también albergará pequeñas galerías y salas de conferencias.
Esta majestuosa estructura arquitectónica recibió el premio Design of the Year 2014 Award, el primero que el London’s Design Museum concede a una mujer arquitecto en sus siete años de existencia, y fue nominada para premios como RIBA, la bienal del Inside Festival y el World Architecture Festival. El Centro Heydar Aliyev allana el camino para la arquitectura futura de Bakú, que seguramente abandonará la rigidez del totalitarismo soviético para abrazar la estética futurista de las curvas de Hadid. ■
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