Manhattan cuenta con varios de los rascacielos más famosos del planeta, algunos son lujosas residencias y otros están destinados a usos comerciales. Cada año se construyen nuevos edificios y torres en la Gran Manzana. Una de las últimas y más destacadas construcciones es el edificio One57, diseñado por el arquitecto Christian de Portzamparc, ganador del premio Pritzker de 1994, actualmente el galardón más prestigioso de arquitectura. Portzamparc, francés nacido en Marruecos, es un arquitecto y urbanista interesado en la relación entre la arquitectura y el ser humano, conocido por su gusto por la verticalidad y las dimensiones esculturales, a lo que hay que añadir su gran sensibilidad y su esmero por los detalles.
El edificio One57, situado en el número 157 West de la calle 57 de Manhattan, será uno de los edificios residenciales más altos de la ciudad. Las obras se iniciaron en enero del 2010, dos años más tarde, el huracán Sandy a su paso por la ciudad provocó la avería de una de las grúas de construcción de la torre, lo que concitó una gran alarma internacional y obligó a desalojar los edificios de la zona. Pese a ello, no hubo que lamentar daños personales y una vez reparada la grúa se reanudaron las obras del edificio, que se espera que acaben a finales del 2013 o principios del 2014.
A su finalización, la torre contará con más de 306 metros de altura y un total de 135 viviendas que se situarán sobre el Hotel Park Hyatt, establecimiento de cinco estrellas que dispondrá de 210 habitaciones repartidas entre las 30 primeras plantas del edificio. Las residencias de la torre son apartamentos de una a cinco habitaciones y grandes áticos que ocupan las últimas plantas. Todo con un diseño de líneas modernas enfocado en poner énfasis en la luz natural y en los espacios abiertos, a lo que hay que añadir unas vistas espectaculares al Central Park. El condominio incluye facilidades como portero las 24 horas, salas de reuniones, servicio de catering, parking, piscina interior, gimnasio, servicio de atención a mascotas, biblioteca, clases de yoga y otros servicios.
Las ventas comenzaron en noviembre de 2011 con gran éxito. Codiciada especialmente por inversores extranjeros, la torre rompió récords el año pasado al anunciarse la venta por más de $90 millones de un ático dúplex situado en las plantas 89 y 90, el precio más alto pagado hasta entonces por una residencia privada unipersonal en Manhattan, superando los $88 millones que el billonario ruso Dmitry Rybolovlev pagó por el ático de 15 Central Park West. Otro dúplex, éste situado entre las plantas 75 y 76, fue adquirido por el banquero, inversor y fundador de Pershing Square Capital Management LP, Bill Ackman, quien realizó la compra de la propiedad junto a otros inversores con fines lucrativos. Con un precio de $115 millones, el apartamento consta de 1.300 metros cuadrados. El pasado marzo, la prensa internacional se hizo eco de la compra de uno de los apartamentos por una suma de $6,5 millones, la nueva propietaria declaró que lo había comprado para su hija de dos años de edad, de la que espera que estudie en NYU, Columbia o Harvard. ■