El arte escandaloso de James Ensor. Con un título tan sugerente como incitante, llega esta exhibición del artista belga James Ensor, presentada por el Museo Getty de Los Ángeles, y que se podrá visitar desde el 10 de junio hasta el 7 de septiembre del 2014. Una exposición que recoge el desarrollo artístico más dramático del pintor vanguardista, entre 1880 y 1890, período en el que se convirtió en una figura provocativa y desafiante.
JAMES ENSOR. Cristo entrando en Bruselas en 1889, 1888, principio de los 1890.
The Scandalous Art of James Ensor es una muestra dedicada exclusivamente a la obra del artista belga conocido como “el pintor de las máscaras”. Sin duda, esta exhibición sorprenderá al visitante habitual por el radicalismo de su discurso. “Hasta el día de hoy, el arte de Ensor continúa desconcertando por su complejidad psicológica, sus contradicciones internas y su pura excentricidad”, señala Scott Allan, comisario de la muestra. “En pocos años, la trayectoria del artista pasó de un estilo naturalista académico a algo tan penetrante, desafiante y extraño que todavía impide una posible categorización o un análisis racional”.
James Ensor estaba inmerso en un estilo naturalista que iba en consonancia con las corrientes artísticas europeas de la época. Pero fue entre 1880 y 1890, la década que acoge esta muestra, cuando la obra de Ensor comenzó a poblarse de máscaras siniestras, caricaturas, bufones, esqueletos, escenas escatológicas, violencia, sexualidad y una gran variedad de motivos visionarios y místicos.
JAMES ENSOR. The Intrigue, 1890.
El Museo J. Paul Getty pone su mirada precisamente en este período. Y lo hace con más de 100 pinturas y dibujos, entre los que se encuentran 60 obras del Royal Museum of Fine Arts de Amberes, Bélgica; una amplia selección de dibujos y grabados del Art Institute de Chicago; y obras del propio Museo J. Paul Getty, del Getty Research Institute, y de Los Angeles County Museum of Art, entre otros prestamistas.
Esta exhibición cuenta con dos piezas clave realmente sorprendentes: el dibujo de gran tamaño recientemente restaurado, La tentación de San Antonio, y La entrada de Cristo en Bruselas, una pintura fundamental en la historia del arte occidental y en la colección del Museo Getty.
JAMES ENSOR. El pintor de esqueletos, sobre 1896.
La tentación de San Antonio es un buen ejemplo de este arte escandaloso al que se refiere la muestra. Es una obra que sorprende por sus dimensiones —1,82 m por 1,52 m— y por su composición: un collage de 51 hojas de papel unidas que dan vida a lo fantástico, a lo grotesco, a lo satírico y a la imaginería. De rodillas, en el centro, se encuentra San Antonio orando con sus ojos cerrados ante las tentaciones y visiones que le asaltan: una orquesta tumultuosa, escenas de matanza y tortura, antiguas deidades orientales, desnudos idealizados, templos paganos, trenes y globos atrapados en el caos zodiacal de los cielos, monstruos y demonios, entre otros.
Nunca un mejor título para la muestra de un artista que fue un abanderado del expresionismo y el surrealismo del siglo XX, un artista que expresó lo inexpresable. Lo escandaloso tiene nombre propio: James Ensor. ■